Diversos estudios realizados por consultoras nacionales revelas que para los gobiernos sería "bastante más accesible" y "más descansado" colocar algunas cámaras de seguridad en lugares públicos antes que erradicar definitivamente la miseria, el atraso, la marginalidad, la inanición, los hábitats paupérrimos y el analfabetismo, entre otros factores. "Nosotros compramos 170 cámaras de vigilancia a un amigo de Mauricio (por Macri) y, si bien salieron carísimas por todos los diegos que tuvimos que pagar, no hay ni comparación con lo que habría costado darle una vida digna a centenares de miles de infrahumanos", sostiene, calculadora en mano, un funcionario del gobierno porteño.
Revista Barcelona, 3 de Julio de 2009
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